Los hermanos sean unidos (Bitzi - Aáron)

Desde que había regresado no había visto a mis pequeños hermanos. Por lo que decidí invitarlos a comer. Por desgracia no estaríamos los 4, ya que Adam estaba de viaje. Había preparado una mesa en el parque y me había puesto a cocinar, ok, no, la cocina no era lo mío. Sólo tome el teléfono y encargué unas pizzas. Pero lo que si había hecho yo misma fue comprar las bebidas y el helado para el postre. Sólo me restaba esperar que mis hermanos llegaran. Para matar el tiempo puse música y me senté en un rincón del parque a practicar, quería aprender constantemente cosas nuevas para poder hacer con mi elemento. No me preocupaba por no oír si llamaban, pues ambos tenían llave.

Poquitas ganas tenía de una cena familiar en cada de una hermana que me iba a sacar defectos hasta por donde no los tenía, y pues ni modo no me quedaba de otra que aceptar lo que me venía una buena charla, esperaba sinceramente que no se hubiera enterado de mis ultimas hazañas por que de ser así iba a acabar conmigo a gritos y sacándome pelos de la cabeza hasta que me quedara calvo de una vez y para siempre, ya que montarme un trío con sus dos mejores amigas no había sido lo que se dice de buen hermano, pero... estuve obligado a ello me violaron, las culpables eran las amigas de ella no yo.

Llamé a la puerta sin suerte alguna durante algunos minutos, al no abrir me fui hacía una de las paredes que cubrían la casa y me puse a treparla, hasta caer dentro de ella, después de eso recordé que tenía llave de la casa.

- ¡¡¡VIEJA!!!- grité mientras entraba en el salón de la casa

al parecer aunque Adam no se encontrase por estos rumbos habria una reunion de hermanos en la casa de Celeste. La verdad es que no me molestaba la idea de ir a verlos y menos si habia comida. Pero algo que si era cierto es que me preguntaba como iria a salir todo esta vez.
Sali de la casa supuestamente directo hacia la de mi hermana. Pero termine dando como cinco vueltas extras perdiendo el tiempo en cada lugar que podia. Quizas de esa manera terminaban matandose antes de que yo llegara y no tocaria salir huyendo.
Finalmente llegue hasta la casa observando a mi hermano desde cierta distancia. suspire al ver lo que estaba haciendo y me lleve la mano a la frente en frustracion. si que se estaba viendo brillante. Espere un tiempo prudrente para darle chance a entrar y quizas matar a mi hermana de un susto.
finalmente entre por la puerta principal -Hola dije recio y cantadito para saludarlos

Alguien entro por la puerta principal, me fui directo hacía allá y era mi pequeña hermanita, sonreí al verla y fui a prisa a por ella para darle un fuerte abrazo a mi enana.

- Me alegra de que estés aquí- le dije contento- ya te había empezado a echar de menos- dije apretándola fuerte- dos días sin verte... eso es una eternidad.

Me separé de ella mientras sonreía a mi enana. Era preciosa, demasiado bonita para mi gusto de hermano, eso significaba que seguro que tenía algún tipo revoloteandole alrededor, algún tipo que yo iba a estar dispuesto a matarlo si se le acercaba mas de lo que debía, Bitz era una niña aún y eso iban a tener que entenderlo todos los hombres de este planeta. Pues tenían dos opciones aceptar eso o morir.

Vi como entro Aaron y negué con la cabeza, me puse de pie. ¿Para qué hice una copia de mi llave a cada uno de mis hermanos? Tendría que haberle hecho al resto, no a ti, si eres un salvaje. Dije bromeando acercándome a él sonriendo. Ven aquí pequeño. Dije abrazándolo, lo había echado tanto de menos. Me encantaba decirle pequeño, porque aunque el no lo dijera sabía que no le agradaba que lo llame así, y menos adelante de sus múltiples chicas.
En eso se escucho ruido en la entrada, nos dirigimos hasta allí y era Bitzi, Aaron la abrazo, me quede un instante mirándolos. Bueno ya suéltala que ahora me toca a mi, ademas yo llevo mas tiempo que vos sin verla. Dije fingiendo estar celosa. Cuando al fin la había soltado la abracé a ella también.
Es una lastima que Adam no este aquí. Dije apenada. Los había extrañado tanto a los 3. Pero seguro no faltara oportunidad. Ahora cuéntenme, ¿como han estado? Dije indicándoles con la mano para que pasaran a donde había preparado la mesa.

Bueno las cosas iban bien, aquí estaba yo con mis dos insoportables hermanas, a las que adoraba, pero eran eso insoportables, al aparecer, la vieja no pudo evitar hacer un comentario respecto a mi entrada... pues que hubiera abierto la puerta... Ya todos saludados, yo tenía un hambre... con el que de verdad no podía aguantar más, aunque ya había comido antes de venir aquí una hamburguesa en uno de esos lugares de comida rápida, pero vamos eso para mí no era nada.

- Vale... vale... vale. Yo de verdad que os quiero mucho a las dos- las señalé con una sonrisa- pero ya saludados, yo tengo mucha hambre- me señalé el estomago- Y este os aseguro que no espera. Así pues... ¿ Me vais a dar de comer?

Las miraba a ambas mirando de un lado a otro. E iba a tener que dejar de hacerlo por que me estaba cabreando ver que estaban buenas, y no solo eso, si yo no fuera su hermano ¿Ahí madre mía! lo que se podía armar... y eso me reventaba, pues me iba a tener que poner a buscar varias maneras distintas de matar a los capullos, que igual hacía yo con otras chicas iban a revolotear por su alrededor, pero eso con mis hermanas ni de coña.

Negué con la cabeza mordiéndome el labio al escuchar a mi querido hermano. Claro que te daré de comer, no estoy tan loca como para arriesgarme a que me comas un brazo nene. Vayan a la mesa que ya les llevo la comida. Fui hasta la cocina a buscar las pizzas y luego regrese ya con las pizzas cortadas y las deje en la mesa. Aliméntate tranquilo corazón. Dije dándole un beso en la frente a mi pequeño hermano, de seguro eso le molestaría, pero no me importaba en lo mas mínimo si se enojaba o no.
Me senté en la mesa y agarre una porción de pizza. ¿Y bien? ¿Quién empezara por contarme qué ha pasado en este tiempo? Dije mirando alternativamente a uno y otro.