Nueva vida, nuevo comienzo (Libre)

Acaba de llegar dejando una vida triste atras, al menos mi vida mortal, ahora tenia una vida nueva, una vida demoniaca llena de aventuras y emociones.
Sabia que estar bajo en influjo de Patrick me habia causado mas de un problema con todo el mundo, pero me daba igual yo estaba enamorada de él y aun seguia estandolo a pesar de todo.
Bueno ahora estaba aqui para intentar olvidar todo y como no empezar de cero, pero una parte de mi lo necesitaba para vivir.
Camine perdida sin un rumbo fijo, sin fijarme por donde iba, era nueva aqui, esperaba encontrar a alguien con quien entablar una amistad o algo que se le pareciera.

Iba saliendo de esa maldita escuela. ¿Qué se cree la elfa esa, que es más lista que yo? Lo que hago por mis pequeños súbditos... o cómo les llamara. Después de todo, ni Vlad, ni Kamui ni Lihyan son pequeños ni me rinden pleitesía absurda. Somos más bien un equipo. De cualquier modo, debía mantener vigilada esa escuelita estúpida.

Camino por las calles y veo... a una chica. ¡Dios existe! Sí, existe y me odia. Mira que pude haberme topado con un hombre sexy. Pero otra mirada me dice que es una chica algo peculiar. Así que me acerco. Es demonia, pero no completa... y eso me intriga. Le sonrío, como niño bueno.

- Hola chica.

Estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera escuche la voz que me habia hablado, por un momento creia haberme encontrado cara a cara con el pasado.
Hola chico-respondi de igual manera a su saludo con una voz firme y decidida.
Este chico era como yo un demonio, lo sabia por como hablaba y se movia, mi instinto me decia que no debia fiarme de alguien así a pesar de que yo tambien lo era, parecia que estaba condenada al mismo infierno.
Observe al chico con detenimiento, era un pelin observadora la verdad, y asi seguria siempre no iba a cambiar algo que se me daba bien.

Le sonrío a la chica, que me mira con precaución. Vaya vaya, así que tenemos a alguien que desconfía de los suyos. Interesante... Yo en realidad no confío en nadie, pero tengo una gran predisposición a no ser fastidioso ni traicionero con otros demonios. Aunque no negaré que gente como Kamui se gana que lo fastidie. Pero igual, puedo entender la desconfianza, es sólo que me intriga por qué es tan notoria en esta chica.

- ¿Puedo?

De todos modos me acerco. Tampoco es como si fuera a saltarle encima o algo por el estilo, simplemente tengo curiosidad. Le tiendo la mano. Soy amable, nadie puede negarlo.

- Soy Kyosuke, ¿y tú? No te había visto por aquí... Aunque ya llevo un tiempo viviendo por aquí. ¿Acabas de mudarte, hermana?

A propósito la llamo hermana, porque bien que mal, ambos somos demonios, ¿no?

Ya te has acercado ¿no?, supongo que si puedes-le dije mirandole con cierta distancia, solia ser desconfiada, pues la última vez que confie en alguien me habia transfromado en lo que soy ahora un demonio.
Encantada, mi nombre es Jade, Jade Michel y si acabo de mudarme...¿hermano?-continue hablandole como hasta ahora, para que cabiar algo que se me daba bien.
Sabia que los demonios se saludaban así, lo sabia por Patrick el demonio que me convirtio.
Seguia observando al chico con detenimiento sin decir nada, pues podia leerle la mente antes de que él dijese nada, aun no desplegaria mis poderes demoniacos, tendria tiempo para hacerlo.

Me acerco y sonrío divertido. Noto su pausa y la interrogante en su forma de llamarme "hermano".

- Parece que no te agrado mucho, Jade. Pero para mí es todo un gusto y placer conocer a más miembros de mi raza. Aunque yo soy un demonio oriental y por lo tanto, muy distinto a todos los que conoces. Y mejor, obviamente, pero tal vez eso no me lo creas, hermanita.

Busco una banca cercana y me siento. Cruzo la pierna.

- Por mí está bien si no quieres charlar. Sólo quiero que sepas que si alguna vez necesitas de alguien, puedes buscarme. Soy el dueño del bar Rising Dragon y estoy ahí todo el tiempo.

Espero el efecto de mis palabras...

No suele agradarme mucha gente, si lo dices por eso, soy un tanto desconfiada-dije sin más mirándo a Kyosuke cuando me comento aquello.
Me sente a su lado en el banco, y lo escuche hablar atentamente, Me dejare caer por ahí alguna vez, prometido hermanito-le dije con cierta confianza ya que él me habia dicho exactamente lo mismo a mí.
Suspire de lado, mirando al frente, recordando algunos flashback de mi vida mortal, de aquel asesinato que cometi por salvar a Patrick, cuando me converti en un demonio completo, aunque a veces pareciera yo no lo era así, pero en fin las apariencias engañaban mucho.

Sonrío divertido cuando Jade me confiesa que no le agrada casi nadie y que es muy desconfiada.

- Desconfiar está bien, yo igual desconfío de todos, pero soy mucho más sutil que tú. Y sirve, te protege de la gente. Entiendo muy bien por qué lo haces, es sólo que no tienes por qué desconfiar de mí. No te deseo ningún mal.

Me siento y me sigue, cosa que me agrada. Creo que pese a todo, quiere un amigo. Seguro que se siente sola.

Hago propaganda de mi bar y prometo ayudarla si alguna vez me necesita. Promete ir alguna vez, pero se queda silenciosa después.

- ¿Pasa algo? Mira, sé que no confías en mí y en realidad no entiendo por qué, aunque me imagino que te topaste con algún ángel que te habló muy mal de los demonios. Pero eres una demonia, y si vas por ahí siendo distante con todos, no podremos ayudarte. Créeme cuando te digo que los demonios de aquí somos muy unidos.

La última vez que confie en alguien, me transformo en esto, asi que de naturaleza mortal soy desconfiada-le dije mirándole, sin sonreir si quiera.
Escuchando atenta lo que me decia Kyosuke, la verdad es que él parecia distinto a los otros demonios que hubiese conocido anteriormente. Gracias, supongo-dije encogiendome de hombros mirándole, en una ocasión si me tope con un ángel, la cosa no termino lo que se dice bien, ya sabes la lucha del bien contra el mal, en este caso gano el mal-le dije, no sabia por que le contaba eso, en fin supongo que al ser un desconocido me resultaba más facil hablarlo.

¡Bingo! Así de la nada me entero que en realidad a Jade alguien la transformó en demonio. Bien, pues esto era algo nuevo para mí. Sé que se puede, obvio, aunque casi nadie lo hace. Y los que suelen hacerlo lo hacen por alguna estupidez, amor por ejemplo. Otros por diversión... Es algo que puedes tomarte más a la ligera que los pactos de los oni como yo.

- Ya veo...

Me ofrezco a ayudarla y le suelto que los demonios acá somos muy unidos. En realidad lo somos tanto que somos amigos y de Tenebrae. Es mi forma sutil de reclutarla, porque no me gustaría verla con los Statera de la elfa tonta esa ni con los Lux... eso sí que sería lo peor del universo.

Encojo una pierna al escuchar que peleó con un ángel.

- Pues la última vez que yo me topé con uno logré que se enamorara de mí y ahora me mantiene y somos novios. Cada quien tiene formas distintas de hacer las cosas.

Así que tenia una pareja ángel, eso si que era raro, pero en fin muchos hacian lo posible para sobrevivir.
Por lo que oigo eres todo un peligro-le dije sincera mirándole.
Tenia que andarme con ojo, tenia dos dones demoniacos, asi que sabia con anterioridad lo que podria decirme Kyosuke.
¿Dime una cosa, aqui los demonios van por libre o tienen un aquelarre?-pregunte curiosa aunque yo le habia leido la mente antes lo que no diria nada.
En caso de ser asi me encantaria unirme a su aquelarre, mis dones serian de gran utilidad para él.

Le sonrío como niño bueno, desplegando mi carisma tierno. Sólo eso, tampoco quiero que malinterprete y luego no pueda zafarme.

- ¿Yo? Pero si soy lindo.

Finalmente, la pregunta que esperaba. Sonrío de lado y la miro.

- Existen las alianzas... Lux, que es donde seguro están todos los ángeles porque es donde están los buenos y puros. Tú sabes, los aburridos. Statera, que es donde están los hipócritas que piensan que todos podemos vivir en equilibrio. Están también los anarquistas, pero son más un rumor, en realidad no los conozco.

Sonrío más, orgulloso en realidad.

- Y estamos los Tenebrae... Yo soy el Princeps o Príncipe de Tenebrae. Somos una organización donde hasta ahora están todos los demonios de Fantasy Land. Nos organizamos aunque no creas que yo los obligo a hacer cosas. Hacemos planes en equipo y como una unidad, aprovechando nuestras habilidades personales para poder corromper el mundo.

Me acerco un poco a ella.

- Me encantaría que estuvieras con nosotros. Sólo hay otra demonia en este lugar. Aunque claro que es tu decisión. Yo puedo contarte todo lo que hacemos y contestar tus dudas.

Escuche atenta sus palabras respecto a las alianzas, y asenti mirandole, pues me parecia interesante lo que hacien los Tenebrae, prometo unirme a los Tenebrae.-le dije sincera mirándole.
Estando unida a ellos, no seria tan vulnerable pues los tendria a ellos para "protegerme" de algun mal que se pudiera presentar.
Cuentame soy toda oidos-le dije mirándole, con media sonrisa, pues tenia curiosidad en saberlo la verdad.
Pues habia pensado unirme a ellos, tenia que enterarme bien de lo que hacian para estar cien por ciento segura si me valia la pena o no estar ahí.

Le sonrío al saber que con tan poca información y trabajo directo con ella, la he convencido. La verdad es que el trabajo lo he hecho antes, al ganarme de algún modo a todos los demonios. Porque en realidad, sólo somos demonios los que estamos en Tenebrae. De algún modo pensé que podría ir a buscar a los anarquistas, pero me agrada saber que no es así.

Encojo las piernas y me volteo, usando el descansabrazos de la banca como respaldo. Cómo empezar...

- Nos reunimos en un castillo y hacemos, como te dije, planes en conjunto. De momento somos Kamui y Vlad que trabajan corrompiendo gente en la escuela mágica. Curiosamente, la directora de esa escuela es la líder de Statera, así que sembramos la corrupción en ese lugar. Lihyan que es la otra demonia y yo trabajamos en el bar. Ahí puedes encontrarme cuando me necesites, aunque también te daré mi número de teléfono. Yo también estoy de alumno en esa escuela, porque nunca hay suficiente gente. Nuestro plan no es ir por ahí matando gente como todos creen, sino sembrando la incertidumbre y la idea de pisotear o aprovecharte de los demás para triunfar.

Espero un poco y luego pregunto.

- ¿Tú a qué te dedicas? Te contaré mi historia, pero me gustaría escuchar la tuya. Me gusta conocer a la gente, aunque sea un poco. Tampoco tienes que contarme detalles que te incomoden.
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Off: Este el tema donde tenemos trama para la alianza. Eres bienvenida, no hay problema con que llegue tarde Jade. ^^ Tema de Tenebrae

Lo escuche atenta mirandole cuando me estuvo contando toda su historia, la mia era un tanto peculiar, bueno no me acordaba mucho de mi vida mortal.
Yo soy psicologa, trabajo en el hospital como tal, respecto a mi vida mortal...-rode los ojos, para despues mirarle, no la recuerdo del todo bien, lo último que recuerdo es que me encontraba en la biblioteca de la universidad y alli conoci a Patrick el demonio que me transformo-le comente mirándole.
Era el último recuerdo que tenia de mi vida mortal, en fin supongo que eso era el resumen de mi vida.
Tengo dos dones, leo la mente de cuantos me rodean y me proyecto astralmente, te lo explico, es como si entrase en trance y mi alma sale de mi cuerpo pero por un breve segundo para despues volver a mi cuerpo y "despertar" de mi trance-le dije mirándole pues muchos se quedaban extrañados cuando me pasaba eso, les ponia la excusa que me daban pequeños mareos.

Escucho la interesante historia de Jade... porque es muy interesante. Yo no creo que sea malo que no recuerde su vida de humana, seguro era aburrida. Yo sí creo que es mucho mejor ser demonio que ser un simple humano. Eso de ser psicóloga y estar en la biblioteca me hace pensar obviamente en Dorian.

- Mi novio estudia psicología.

Lo de los dones que tiene en realidad me hacen ver que es una gran ventaja tenerla en la alianza. Leer mentes es ya en sí bastante bueno, aunque tanto Kamui como Lihyan lo hacen. Pero eso de proyección astral es el don perfecto para espiar.

- Vaya vaya, pues sí que eres poderosa. Lo había escuchado, pero creí que sólo los magos podrían hacerlo.

Dejo caer una de mis piernas.

- Bueno pues yo tengo 16... nací, o como quieras llamarle, en Tokyo pero soy huérfano. Simplemente aparecí y ya. Conozco el bajo mundo en realidad, es donde me he movido. He vivido en Tokyo, en un lugar llamado Costa Luna y aquí. Yo no fui jamás un ángel, así que no soy un ángel caído como en la filosofía católica. Soy un oni, como los que salen en los animes. Como Sesshoumaru. Por eso tengo los ojos morados.

Sonrío y me señalo. En realidad mis ojos son tanto mi orgullo como mi perdición.

- Tengo alas rojo con negro también. Y bueno controlo el trueno y puedo alterar los sentimientos de las personas volviéndolos locos o exaltando sus pasiones.

Escuche antenta la historia de Kyosuke, la verdad es que su historia era demasiado interesante, asi que me mantuve callada hasta que termino de hablar.
Siempre evito usar mis dones al menos el de la proyeccion astral, ya que me cuesta explicar el porque me pasa eso-le dije mirándole con sinceridad mientras le explicaba. Normalmente decia que me habia mareado o algo asi, pero ya se me acababan las excusas para que la gente me creyese.
Me encanta escuchar los problemas de los demás, aunque claro que yo lo se con anterioridad a que ellos lo digan debido a mi don de leer los pensamientos-le comente, pues era psicologa y ese don me ayudaba bastante a poder ayudarles con sus problemas.
Mire al horizonte medio suspirando, sinceramente tenia ganas de ver a Patrick, en cierta forma lo echaba de menos.

Levanto una ceja y sonrío divertido cuando dice que no le gusta usar su don. Esto es algo que tenemos que cambiar, porque es un buen don.

- Es porque no has encontrado un buen pretexto, pero podrías decir que te baja la presión y lo aprovechas. Siempre hay por ahí chicos guapos dispuestos a ayudar a una chica hermosa en apuros.

Lo siguente me parece bastante... no sé. Me parece que es su parte humana, buena y linda hablando. Porque vamos, ¿a quién le importan los problemas de un desconocido?

- Yo no podría. Si no conozco a la persona o no es de mi raza o alguien afín, la verdad por mí pueden irse al diablo y yo tan tranquilo.

La verdad es que jamas habia usado ese pretexto con mi don de proyeccion astral.
Empezare a usarlo a menudo-le comente mirandole con media sonrisa.
Siempre tenia que disimular como podia para no ser descubierta por los humanos, pero aqui todo era posible ya que supuestamente habian mas razas ocultas.
Discrepancia de opiniones...-comente medio riendo, a mi por el contrario de Kyo me gustaba ayudar a los demás. Casi todos lo hacian por su propio beneficio yo en cambio no, siempre velaba por el bienestar de los demás. Mi lado mortal seguia latente en mi, tenia que acallarlo pero era casi imposible.

Le propongo un pretexto creíble a Jade para que empiece a usar mucho más su don. Es mi primer paso antes de que pueda incitarla a hacerlo aún más. No es que yo piense que si tuviera su don lo usaría todo el tiempo, tampoco uso el mío todo el tiempo. Pero hay que convencerla de hacer cosas de demonio para ir minimizando los gritos de su parte humana. Que me queda claro con lo siguiente que aún está muy presente y es bastante fuerte.

- Sí, ya veo, pero no es algo grave. La variedad es lo interesante en la vida.

Le sonrío para reforzar mis palabras. Porque en realidad, estoy diciendo la verdad. Si todos fueran como yo, se le acabaría lo interesante al mundo.

- ¿Quieres comer algo? Mi bar no está lejos, puedo invitarte algo. A menos que quieras pues... comida de verdad, jajaja.