Mudanza [Kyo] +18

Recuerdo del primer mensaje :

Había conseguido una beca para estudiar en Europa, al principio lo pensé mucho, pero la verdad en la universidad de Costa Luna ya no quería estar, me topaba todos los días con John y sus nuevos amigos, aunque ya no se metía conmigo, no me gustaba tener que toparme con él.

Al final, luego de hacer unos tramites y ver las cosas para mudarnos, como la casa, la universidad, lo de la empresa de mi tío y todo eso que tenía que cambiar de lugar, estábamos listos para mudarnos. Kyo se venía conmigo, lo cual me hacia mucha ilusión que decidiera mudarse conmigo.

Llegamos a la casa, entro primero y me tiro en el sofá, amaba ese sofá. Espero que Kyo llegue pronto, no se donde se habrá metido. Estaba muy cansado, habían sido meses de ver todo lo de los cambios, cierro los ojos.

Me molesta que diga que le dedico todo el tiempo a la escuela porque no es verdad, cierto que si le dedico un tiempo razonable porque quiero mantener mis calificaciones pero igual le dedicaba tiempo a él. Le digo que él también ha estado ocupado con su bar, se molesta, ruedo los ojos cuando pregunta si lo espió.

-Este es un lugar como cualquier otro los chismes corren muy rápido. Se te olvida que estoy en la universidad, a muchos de mis amigos les gusta ir a bares y han ido al tuyo. Me dijeron que les gusta ir a uno muy bueno, que el dueño es oriental, tiene los ojos morados y le gusta coquetear con todos.

Dije lo último visiblemente celoso, aunque ya conocía la personalidad de Kyo y que por sí era muy sexoso la verdad es que me daba celos pensar que los demás lo veían como si coqueteara con los demás, aunque… puede que lo haga por molestarme.

-¿Cuándo pensabas decirme que tienes un bar? ¿Acaso no querías que me entere?

Pregunte con un tono de voz serio, me molesto enterarme por otros y no por él, ya tenía tiempo con ese lugar y no me había dicho nada, no entendía que esperaba para decirme. Le quito las lianas, y beso las marcas que le quedaron, me pregunta si me arrepiento de ser sado, pero no lo sé, sólo no quiero lastimarlo, me llama bobo de nuevo -.- pero me dice algo que m e calma mucho en realidad. También me dice que le gusta el dolor .

- Sé que te gusta el dolor… Sólo que no estoy acostumbrado a ser así, me siento extraño.

Acaricio su cabello, suspiro.

-Pero me gustó lo de hoy. Es la primera vez que uso mi poder para esto, creo que no te había mostrado mi otro poder ¿no? Parece que tú no lo ves mal.

Lo miro sonriendo mucho.

-Debería probar más cosas contigo.

Dorian se enoja por lo del bar y hasta me reclama y me dice a la cara que todos en la universidad andan diciendo que coqueteo con todo mundo en el bar.

- Mientras no digan que coqueteo con las mujeres... no quiero que arruinen mi reputación.

Me molesta, así que ya tiene una nueva banda de amigos que no son ñoños y matados como él, sino que seguramente son como el adorable John.

- Ahora nunca sabrás cuándo planeaba decirte. Pero da igual, tus amiguitos John-escos ya te contaron. Lo que yo diga sale sobrando.

Me quita las lianas y empieza a sentirse mal por ser sado. Espero que no siga, la verdad es que esto era un bono extra y si lo pierde, me aburriré más rápido de él.

- Eres un raro, no veo qué está fuera de lo normal.

En realidad, claro que lo veo. Pero no tenía nada de malo haberlo dementado. Salió muy bien. Pero no resisto cuando menciona que es la primera vez que veo su poder.

- Yo tampoco te había enseñado mi otro poder ^_^

Me levanto y él comenta que debería probar más cosas conmigo.

- Prueba a estar... y a dejar de reclamarme.

Le doy la espalda y tomo mi ropa. Voy a ir a mi cuarto. En realidad estoy muy enojado con él.

Me molesto porque Kyo no me había dicho nada de su bar, me enoja que no me haya dicho nada y que me tuviera que enterar por mis amigos, ¿acaso no confiaba en mí? No entiendo que le pasa. Ruedo los ojos cuando dicen que no quieren que le arruinen su reputación. Aprieto el puño cuando dice que da igual lo que el me tenga que decir porque mis amigos Jhon-escos ya me dijeron.

-¿Qué tiene que ver la mención de John acá? Tú mismo me dijiste que cuando estuviera en la universidad tendría nuevos amigos.

Ruedo los ojos.

-Claro que no sale sobrando, yo espero enterarme de estas cosas por ti no por otros. ¿Crees que me gusto enterarme por ellos?

Suspiro para calmarme, le quito las lianas y le digo que me siento extraño, me dice que soy raro que no ve que este fuera de normal, y yo soy el raro .-. Le digo que no había usado ese poder con él, y me dice que él tampoco me había mostrado el suyo, alzo una ceja.

-Entonces lo que sentí fue porque tu lo hiciste…

Murmure bajo, le digo que me gustaría probar más cosas con él, se levanta, y me dice que pruebe estar y no reclamarle, aprieto fuerte el puño, no es la primera vez que me siento así de enojado. Veo que toma su ropa y se encamina a su cuarto, me levanto y con un movimiento de la mano creo una lianas que le amarran ambos pies haciendo que caiga al piso, me acerco mirándolo furioso. ¿Cómo puede reclamarme el estar si ni el mismo está?

-No tienes derecho a reclamarme el que esté si ni tu estás. No tienes de idea de cuanto te extraño, pero estás en tu trabajo y no te digo nada.

Creo otras lianas en sus manos como hace rato. Lo cargo como costal de papas y lo tiro en la cama.

-En todo caso tú también deberías probar el estar. Así que tampoco tienes mucho derecho a reclamarme eso.

Me subo a la cama, veo sus ojos, ese color morado que me cautivo desde la
primera vez que lo vi. Acaricio su cabello, sonrió de lado.

-Me cobraré todas las veces que no has estado.

Le quito las lianas de las manos pero aparezco otras y la cabecera de la cama en los extremos. Estaba molesto porque me reclamaba sin que pareciera reclamo, pero era obvio que lo hacía, además de que no me había dicho nada de su bar.

Acaricio su pecho un poco antes de lamer uno de sus pezones.

Burlón, me encojo de hombros.

- Ah, porque ahora tienes amigos que van al bar... y tú no vas con ellos. Eso significa que te hacen a un lado. Porque déjame decirte que yo no te he visto ahí. Eso significa que tú eres un ñoño y eres seguramente el que le hace la tarea a los que sí se divierten.

Me encojo de hombros cuando pregunta si creo que le gustó enterarse por sus amigos.

- Ni idea, no me importa.

Río divertido cuando por fin Dorian entiende que esa genialidad no vino únicamente de él. Le doy palmaditas en la cabeza.

- ¿En serio pensaste que tú sólo eres capaz de algo tan genial? Necesitas ayuda, solo no eres capaz de llevar a cabo algo que en realidad sí quieres hacer. No es mi culpa que seas un santurrón.

Me levanto y voy a irme. En verdad que me hizo enojar. Pero por lo visto, yo también lo hice enojar. Me ata los pies y caigo, pero meto las manos. La verdad, me toma por sorpresa pero sí que estoy emocionado por esto. Ya siento cómo mi cuerpo vuelve a calentarse. Me reclama, furioso y sé que debo alimentar esa furia.

- En algo tengo que entretenerme...

Ata mis manos y me carga hasta su cuarto. Me bota y jadeo... Sí, estoy excitándome y no voy a negarlo.

- No soy un perro como para que tenga que cuidar tu casa.

Pero entonces ya vamos a hablar en serio. Me ata a la cama y gimo, sabiendo que mi cuerpo ya está más que despierto. Muerdo y lamo mis labios, siento cómo él va tras uno de mis pezones y empiezo a dejar de lado mi control. Para qué lo quiero.

- Eso... castígame, Dorian. Muéstrame toda esa furia y házme sentir culpable...

Le pregunto molesto porque tiene que mencionar a John, nada tiene que ver con esto. Me dice porque mis amigos se van a divertir y yo no, que seguro me quedo haciendo su tarea, aprieto fuerte la mano.

-Deja de decir tonterías, si no he ido no es por eso.

Le pregunto como cree que me sentí cuando me entere por otros que tenía un bar, se encoje de hombros, le da igual. Hace que me enoje más. Qué le pasa, porque está así. Siento que voy perdiendo.

Murmuro algo pero me escucha, lo miro sorprendido cuando dice que necesito ayuda para hacer las cosas que quiero hacer porque sólo no me atrevo. ¿Qué me hizo? ¬¬# Me molesta en verdad que me reclame que no esté si el tampoco está. Se la pasa casi todo el día en su bar. Me dice que en algo se tiene que entretener y que no es perro para cuidar MI casa, ¿qué aún no entiende que es NUESTRA casa?

Tantas cosas me estaban enojando en verdad y esto no tenía nada que ver con lo que sea que me haya hecho hace Ato sus pies y cae, me acerco y ato sus manos también, lo cargo como costal de papas y lo tiro en la cama, jadea. Se ve que le está gustando, ya no sé si es bueno o no.

-Nadie dijo que lo fueras, pero sí te ves así que le puedo hacer.

Conteste ácidamente. Acaricio su pecho y le digo que me cobrare todas esas veces que no ha estado. Lamo uno de sus pezones. Y suelta una frase que me hace reír.

-Me recuerdas a esas chicas tontas que suelen pensar “Pégame pero no me dejes” Tú no eres de esos.

Muerdo uno de sus pezones.

-No te preocupes que lo haré.

Bajo una mano hasta su entrepierna, la aprieto fuerte varias veces, muevo la mano y desato sus pies, pero hago lo mismo que con sus manos, los ato al final de la cama. Lo repaso con la mirada.

-Perfecto, ahora tengo más espacio.

Me hinco entre sus piernas, me inclino y lamo la punta de su miembro. Busco su mirada, lamo un poco su miembro, meto la mitad a mi boca, sonrió de lado y marco los dientes en su miembro mientras voy subiendo hasta la punta.

- ¿Ah no? ¿Entonces por qué no has ido? ¿Tu religión te prohíbe beber?

Estoy molesto, en realidad quería estrenarme el bar con él y nunca está. Y saco esa frustración haciéndolo enojar. Me nutro de su ira y me siento en realidad genial. Lo que quiero claro, es hacer que su enojo derive en que me dé una venganza sexosa y trabajo duro para conseguirlo.

Me lleva hasta su cuarto y sigo molestándolo. Estoy logrando que por fin me dé algo de lo que me encanta. Aunque bueno, estoy preparado por si de nuevo tengo que darle ayuda al muy bobo.

Empieza bastante bien, y mi boca hace de las suyas, soltando un comentario como los que solía soltar cuando trabajaba de prostituto.

- Claro que no, yo soy de pégame y cógeme salvajemente. ^^

Muerde uno de mis pezones y luego va tras mi miembro. Lo aprieta y eso me distrae el tiempo suficiente como para que él cambie de posición mis brazos y piernas sin que yo haga alguna fechoría para molestarlo. Lo miro y lo repaso con la mirada cuando habla sobre tener más espacio...

Y empieza lo bueno. La verdad es que me toma por sorpresa, pero estoy muy a gusto con él lamiéndome. Jadeo y gimo, permitiéndome hacerlo más fuerte. No porque esté exagerando, simplemente uso mi garganta como sazón a lo que él me está haciendo.

Me muerde... grito con fuerza y lo admito.

- Dorian, sigue así de genial...